El primer y más efectivo tratamiento contra la agresividad es el de un periodo de socialización completo y satisfactorio.
Es
un elemento fundamental a la hora de obtener una garantía en el futuro y
evitar episodios de esta índole. Un perro, ante un estímulo desconocido
que pueda parecer amenazante o una amenaza en sí. tiene dos salidas:
huir de él o enfrentarse a él. Por lo tanto, con una buena socialización
disminuíamos el número de elementos desconocidos y las probabilidades
de detonar un posible brote agresivo o conflictos con nuestro perro.
Entre los comportamientos agresivos se diferencian dos tipos:
La agresividad ínter-específica y la agresividad intra-específica.
Agresividad inter-específica
Se refiere a la agresión entre individuos de distinta especie, por ejemplo un ataque de un perro hacia una persona.
Agresividad intra-específica
Es la que se refiere a los comportamientos agresivos que se producen entre individuos de la misma especie.
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